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Cuando los olores no son perfumes, son personas

Actualizado: 22 ene 2022


Hoy mi ciudad se llena de rosas, de libros, hoy Barcelona huele diferente, dulzona. El día de Sant Jordi emana un perfume especial, una mezcla de pétalos de rosa y de hojas de libros nuevos. Una mezcla de emoción, de ilusión y de cariño.

Hace muchos años que es uno de mis días favoritos y aunque este año no va a ser como era antes de la pandemia, el olor de las calles será el que recuerdo desde niña.

Paradas de libros, rosas en cada esquina y personas paseando con flores en las manos. Cuando iba al colegio, el claustro estaba lleno de mesas con los libros y con rosas, todos íbamos corriendo hacia arriba y abajo con los libros, con las flores, intentando enamorar a quien no nos había hecho caso durante todo el año o escondiéndonos por vergüenza cuando alguien se acercaba con una rosa.


Hay días que se relacionan con ciertos olores igual que ciertos olores se relacionan con personas en concreto. O nos trasladan a momentos especiales, a calles de ciudades, a momentos grabados en nuestro recuerdo. ¡Qué peligrosos son eses recuerdos que se activan sin previo aviso!

A mí me pasa con un perfume masculino. Me transporta a un verano. Ese aroma se impregnó tanto en en mi cerebro que me lo puse en la muñeca en un aeropuerto y fue mi compañero de viaje hasta llegar a NY. Es un perfume que han llevado los hombres más importantes de mi vida. A día de hoy no puedo evitar ponérmelo cada vez que entro en una perfumería. ¿por qué? Pues porque me calma. Tras esa primera persona, hubo días grises. Días grises que pasaron. Los chicos que se la pusieron posteriormente lo hicieron porque sabían que me gustaba y porque me querían y aunque fueron relaciones que no funcionaron, seguí adelante y eso es lo que me transmite ese olor. Me encanta oler ese perfume en el cuello de un hombre, pero todavía me gusta más la sensación de poder con todo que me provoca. Saber que todo pasa, que nada es eterno, ni siquiera el dolor.


Conocí a uno de mis grandes amigos cuando teníamos 19 años. Él me relaciona con el perfume que llevaba entonces. A día de hoy, todavía me dice que no huelo "a mí" si no llevo ese aroma. El "yo" que él tiene en su cabeza. Dice que otras chicas que llevan esa misma fragancia no huelen como yo. Lo sé. Debe ser la combinación con las feromonas, esa química que hace que cada persona tenga un olor único. Creo que hay personas de mi vida a las que podría reconocer con los ojos cerrados sólo por su aroma. Especial e inigualable.

Tengo una amiga que huele a vainilla y coco. Fueron muchos días compartidos y cada vez que huelo esa combinación, me traslado a los días inacabables vividos en Portugal y a todo lo que vino después. Da igual quién lleve ese olor, para mí, siempre es y será el de ella.


Hay mil olores más que me gustan: el olor a sábanas limpias, el de una piel recién duchada, el de la tierra mojada, el césped cortado, el caldo de Navidad...


Pero recuerdo con especial cariño el olor de mi yaya: Una combinación perfecta entre crema hidratante, polvos de talco y su perfume. Recuerdo con una sonrisa en la cara como olía mi yayo cuando se probaba cualquier colonia que caía en sus manos, se la ponía en el cuello, en las muñecas y en su bigote blanco.

Recuerdo con todo el amor de mi corazón el olor de mi hijo cuando era bebé. Esa mezcla de pureza, suavidad, colonia infantil e inocencia.


Ojalá pudiéramos conservar esas fragancias importantes. Guardar los momentos en frascos pequeños que pudiéramos abrir cada vez que la nostalgia se apoderase de nosotros y quisiéramos abrazar esos recuerdos. Mientras tanto, vamos a guardar todos esos recuerdos y esos perfumes únicos en nuestro cajón impenetrable: la memoria.

 
 
 

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2 Comments


laiamartin14
May 08, 2021

Para mi los olores son parte fundamental en mi vida. Los vinculo a recuerdos felices, a estados de ánimo, pero sobre todo, mi día a día gira alrededor de los olores. Recuerdo con total y absoluta claridad la mezcla del olor a café recién hecho y de pino mediterráneo en los veranos de mi infancia, me aferro al olor de mi padre para mantener viva su presencia, tengo grabado el olor de mi hija recién nacida. Huelo la ropa porque no soporto que coja malos olores, huelo la ropa limpia, la comida, el pelo de mi hija, las flores de mi limonero y de mi jazmín. Todo. Y esta locura que estamos viviendo está intentando robarme los olores. Pasé meses…

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Persona Normal
Persona Normal
May 08, 2021
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Que bonito Laia!😍

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