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Los cactus también mueren

Actualizado: 13 may 2023

Tenemos la equivocada idea de que los cactus son inmortales. Los compramos convencidos que al ser resistentes no morirán nunca, los regalamos a las personas que sabemos que no tienen demasiada mano con las plantas pensando que éstos aguantarán carros y carretas. Que esa amiga desastre a la que se le muere cualquier planta, no será capaz de acabar con la vida de un cactus. Y entonces te llama la amiga en cuestión diciendo que su única planta está agonizando, que lo ha cuidado pero que no ha sabido cómo y que sí, que los cactus también se pudren si se les riega demasiado.


En casa, compramos una planta que le gustaba mucho a mi hijo. Nos dijeron que era de exterior y que necesitaba frío, sin embargo, mi hijo quería cuidarla, no quería que pasara la noche en la intemperie y la dejamos dentro de casa. Murió a la semana de estar dentro del piso. La cuidamos, pero no hicimos lo que ella necesitaba.


Y eso me llevó a pensar en lo mal que a veces cuidamos a las personas de nuestro alrededor. Hay una diferencia entre lo que creemos que necesitan, lo que les damos y lo que realmente les hace felices. Al igual que las plantas, hay personitas a las que hay que regar a diario y otras a las que de vez en cuando un poco de agua es suficiente. ¿Y qué pasa cuando se cuida demasiado a alguien que es como un cactus? Que se ahoga, que se le pudren las raíces por exceso de atenciones. Necesitan riego en su justa medida ya que se han adaptado al medio, o simplemente, necesitan una tierra seca para crecer.


Yo tengo tendencia a cuidar: a mi hijo, a mi familia, a mis amigos... se podría decir que a veces demasiado. Por defecto, doy por hecho que todas las personas necesitan mucho cariño (igual que pienso que todas las plantas necesitan mucha agua) y no es así. Y justo en ese punto es donde, inconscientemente, esperamos que la gente nos cuide igual que cuidamos nosotros. Craso error. Hay personas que adoran el contacto, los abrazos y los besos, hay otras que son felices con distancia social. Ni todas las plantas necesitan lo mismo ni todas las personas se pueden cuidar igual.


Pues sí, se pueden morir plantas por regarlas demasiado al igual que una relación puede morirse por darle demasiado amor. En otras publicaciones he comentado que yo no sé dar a medias, que doy todo o nada y seguramente debido a eso, en alguna ocasión, he matado las raíces de personas que no necesitaban tanto. Pero no lo puedo evitar. Y creo que mi hijo ha heredado eso de mí, por eso la planta nos duró tan poco.


Tengo una compañera que ha decidido luchar por una relación, por una persona que probablemente es un cactus. Él no necesita escribir cada día ni estar pendiente las 24 horas, como si necesitara que su tierra se secara entre riego y riego. Cuando ella se desespera por sus ausencias, por su falta de cuidados hacia ella, le digo que probablemente él no es como ella, que aunque es independiente, necesita atenciones periódicas. Que él cuida en la medida que él necesita y que probablemente irá apareciendo con la frecuencia que él cree normal.


Yo estuve con un chico al que ahora catalogaría como cactus, nunca antes se me había ocurrido pensar en él de esta manera pero a medida que voy escribiendo me estoy dando cuenta. Él iba a la suya, estaba acostumbrado a que no le regaran en exceso, por lo que supongo que se adaptó y se acostumbró a eso. Y llegué yo. Llegué con mi regadera y con todas las herramientas para trasplantarle para que estuviera mejor. ¿Qué conseguí con eso? Ahogarle. Matar la relación porque cuidé como a una orquídea a un cactus.


Hace un par de años no hubiera escrito una publicación sobre plantas, no me habían interesado nunca ni me veía capaz de cuidarlas. Como ya he dicho, creía que todos los tipos necesitaban lo mismo para que crecieran. Llegó el confinamiento y algunas de mis horas muertas las dediqué a plantar, a regar y a ver como crecían las pequeñas semillas. De pipas salieron girasoles más altos que yo, brotaron flores de colores, hice crecer esquejes y me di cuenta que cada una requería un tipo de cuidado diferente. Como las personas. Como mis amigos. Cada uno de ellos es totalmente diferente y necesitan sus cuidados específicos, pero ellos forman mi jardín particular.


Eso sí, a mis casi 40 años y tras haberlo intentado muchas veces, no consigo hacer sobrevivir a los cactus. No soy capaz de no cuidarlos, no me entra en la cabeza que con su tierra seca estén bien. Sin exagerar, creo que si hay una planta que se me ha muerto mínimo 5 veces en los dos últimos años por regarla demasiado, es un cactus. Y es que no, no aprendo... ¿Alguien me puede explicar cómo (no) se cuida?





 
 
 

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תגובה אחת


Sara Méndez
Sara Méndez
09 בדצמ׳ 2021

M'encanta 😍😍😍

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