Vacaciones mentales
- Persona Normal
- 30 ago 2021
- 3 Min. de lectura
He estado unos días sin escribir, sin tiempo para prácticamente nada, de vacaciones con mi hijo yendo de arriba a abajo. Quien no ha cogido vacaciones ha sido mi cabeza.
Mi mente no para. Es como una máquina que no deja de encadenar pensamientos de forma constante, lo
peor es cuando empieza a funcionar a alta velocidad durante el turno nocturno. Pensamientos sobre cosas que han pasado, que me gustaría que pasaran o que quisiera que hubieran sucedido de otra manera. Pensamientos sobre conversaciones que he tenido, o que desearía que hubieran sido diferentes o que jamás tendré. Vueltas en la cama y en el peor de los casos una cama deshecha por la mañana. En otros casos, que mi cabeza prefiera el turno de noche implica que cuando me despierto tengo el cerebro a 1000 revoluciones. Abro los ojos y empiezo a hablar sobre todo eso en lo que he pensado mientras dormía. No suelo dormir acompañada ya que me parece un acto súper íntimo (mucho más que el sexo, pero eso es otro tema que daría para otra publicación), pero mi verborrea matutina y mis pensamientos enlazados no suelen gustar demasiado a mis compañeros de cama si ellos necesitan un par de cafés para despertarse.
Quizás es por eso que adoro y envidio a partes iguales a esas personas que son capaces de desconectar su cerebro y no pensar en nada. Sin querer generalizar (aunque sea inevitable) he tenido la siguiente conversación con más de un hombre durante mi vida:
- ¿En qué piensas?
- En nada.
- No puede ser que no estés pensando en nada. Si no me lo quieres contar, lo respeto pero algo piensas seguro.
- No, no estoy pensando en nada. De verdad.
¿En serio? ¿Cómo se consigue eso? ¿Hay un cable que se desconecta de algún sitio y yo no lo tengo? O sí que tengo el cable pero no encuentro el final del mismo... ¿Quién sabe?
Me da mucha rabia no poder parar a mis pensamientos que campan a sus anchas y que muchas veces complican situaciones sencillas. De hecho, leí en algún sitio que el peor enemigo de uno mismo es su mente ya que ésta conoce todas debilidades propias. Y es así.
A veces incluso pienso por los demás. Me explico, doy por hecho que las otras personas piensan lo que yo pienso que ellos piensan y generalmente me equivoco. "No quiero cansarte", "debes pensar que..." No, no, no, cada uno tiene libre pensamiento y no tengo que dar por supuesto nada que haya salido única y exclusivamente de mi cabeza. ¡Qué fácil resulta la teoría y qué difícil es la práctica!
El "problema" que tengo en mi vida son mis queridas amigas que piensan conmigo. Intentamos entender comportamientos ajenos creyendo que podemos saber qué piensan para analizar qué han dicho o por qué no. Horas empleadas pensando que el resto de mortales siguen nuestra misma lógica.
Creo que si pudiera ilustrar cómo me imagino mi cerebro tanto por el día como por la noche, se parecería bastante al cuadro de mandos de la película "Del revés" de Pixar. Mis emociones pasándose el control de mis pensamientos de forma aleatoria. Eso sí, los encargados de llevarse los recuerdos antiguos se dedican juguetear y mandar a mi cabeza cosas que deberían haberse ido directas al pozo del olvido. Creo que debería despedir a esos personajillos que no hacen demasiado bien su trabajo...

.
Yo tambien los despediria a esos seres de pixar,pero un monton de veces al dia...Eso de dar por hecho ...buff yo a todas horas,pero hay que preguntar...mi pareja siempre lo compara con el orgasmo,tu das por hecho que lo ha tenido el otro o mejor se lo preguntas te aseguras y sino te esmeras en la faena para que sea el mejor de su vida...Pues eso nada de dar por hecho y mas preguntar😉
Para no pensar en nada,tendrias que tener cerebro de hombre segun e ido descubriendo son los unicos especimenes que e conocido que alguna vez lo logran jeje!!